Me falta vergüenza para robar las letras des-rimadas de una mujer vampira. No es que me des-sorprenda el dolor que le causen las balas solitarias que han engreído nuestra tierra, pero estoy acostumbrada a des-apreciar cualquier cosa que me descontente.
Es casi una pasión y por nada una descostumbre. Disgusto del afán de tantos de la publicidad más vana. La juzgo –dirán algunos- mas no la condeno (¿Quién podría condenar tanta pus y tantas yagas?)
No adolezco descredulidad para comprarle la ofensa; pero me descalma el afán morboso de la sorpresa más vaga.
No me condenen… a mí me falta vergüenza para robar letras desrimadas.
quieres leer mas de ella:
http://evabertlen.blogspot.com/2009/11/des.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario